La expresión teórica de la lucha proletaria se ha hecho la gran mayoría de veces a través de fragmentos, notas, esquemas, debates emborronados, reflexiones por desarrollar, textos sin terminar, materiales semielaborados. Poco tiene que ver la actividad militante con el plácido salón de un intelectual o la pluma muerta de un académico. Esto se debe a menudo a la falta de tiempo, ya sea por el despotismo del trabajo asalariado o por las exigencias de un momento intenso de luchas. Otras veces es simplemente la arrolladora realidad, que nos hace avanzar más rápido de lo que nos deja escribir, revisar y repasar textos ya cerrados por el tiempo, antes de serlo por nuestra propia mano.
Sin embargo, de manera más general, podríamos decir que toda expresión teórica de nuestra lucha como clase tiene en el fondo esta naturaleza inconclusa. El programa comunista es invariante, porque invariantes son tanto el capital como su enterrador histórico. Al mismo tiempo, nuestra clase aprende su programa a base de luchas y derrotas, de esperanzas y engaños, de duros balances en tiempos de represión. Este proceso de clarificación hace de la teoría un momento, una fase de un movimiento mucho más general, el movimiento que nos lleva a constituirnos en clase y, por tanto, en partido. Por eso no hay textos sagrados y todo aquello que se escribe habrá de someterse a la crítica de ese movimiento de abolición del orden existente que llamamos comunismo.
Conscientes de esto, hemos querido dedicar esta sección a textos en proceso, notas de lectura o breves reflexiones que puedan ser útiles a los compañeros que las lean.
Apuntes sobre una primera transición: del comunismo originario a las sociedades de clase